domingo, 8 de diciembre de 2013

El Embrutecimiento Global y el Vaticano. Capítulo V: La forma de poblar las Cúpulas



Nosotros hablamos con absoluta certeza del triunfo universal de Jesucristo como único Rey y Señor del universo y de la historia. Precisamente aquello que el Concilio Vaticano II llegó para negar y combatir. Esta certeza nuestra conlleva, dentro de la guerra a muerte entre los discípulos de los tres libros, como ha sido hecho manifiesto a través de la historia, el triunfo de la Biblia sobre el Talmud y el Corán. Triunfo de la verdadera Iglesia (hoy eclipsada) sobre el rabinato y el Islam. El triunfo definitivo y final del único Rey: Jesucristo, de su Escritura Sagrada (La Biblia), y de su Iglesia hoy eclipsada pero expectante de Su venida al juicio de vivos para su liberación de las garras del Demonio.

Un solo dato es el necesario
Que es, además, de sobra evidente como constante histórica: todo poder ejecutivo es unipersonal. Todas las cúpulas, de todas las organizaciones, de todos los tiempos y en todos los órdenes tienen un jefe para cada una, y una multitud en la base de cada pirámide. Y esto no solo en un corte transversal del tiempo, sino también en los orígenes cuya antigüedad es una prueba de su vigor. Así, los judíos tuvieron a Moisés por quién Israel recibió la Ley a la que Jesús de Nazaret vino a dar su plenitud, su jurisprudencia definitiva; y con su vida, pasión, muerte, y resurrección, los sacramentos de la vida divina; y por consiguiente, eterna.


La Clave
La forma de poblar las cúpulas nos habla de la Sabiduría Divina. Una de las frases que condecoraban a la Cristiandad desde sus orígenes, era su forma de distinguirse de costumbres inferiores: "Es preferible asemejarse a los ángeles del cielo que a las bestias del campo". Asunto este para ser atacado por los usurpadores de la sinagoga hasta la fiereza misma de la pederastia. Pederastia que el Talmud de los rabinos no solo autoriza, sino que hasta reglamenta, y que Juan Pablo II tutelaba y protegía; motivo de renovado escándalo bajo Benedicto XVI vs. el gobierno de Irlanda.

La Iglesia Católica, la verdadera, la pre conciliar contrapuesta en todo a la Conciliar exaltaba siempre la pureza, la virginidad, y la castidad. Estas son las virtudes de la Sagrada Familia repetidas católicamente, y exclusivamente de manera católica a través de milenios. Esta exclusividad la manifiesta el Evangelio precisamente en el sentido selectivo: "Los discípulos Le dijeron: "Si así es la relación del hombre con su mujer, no conviene casarse." Jesús les dijo: "No todos pueden aceptar este precepto, sino sólo aquéllos a quienes les ha sido dado. "Porque hay eunucos que nacieron así desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y también hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte." (Mat 19:10-12)

Este es EL FUNDAMENTO, y corre paralelamente desde el Evangelio hasta el Apocalipsis:
"Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144,000 que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha". (Apoc 14:3-5)

Como podemos apreciar por lo ya visto, transferir la Iglesia entera del extremo propio de la santidad a su satánico opuesto; de su Biblia al Talmud de Babilonia, era tan sencillo como demostrara Montini imitando a Judas Iscariote en el puesto preciso. Resultando: La Iglesia visible pasó, como fue anunciado, de las manos de Dios a las del Diablo, temporalmente, y de Alighiero Tondi a las de Jorge Mario Bergoglio, ambos falsos jesuitas, ¿para culminar las matanzas bajo el comunismo? Esto anuncia el Apocalipsis: "Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos (. . . .) Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado en el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol los abatirá, ni calor alguno, pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos". (Apocalipsis 7: 9-17) Las matanzas han estado ante los ojos de todos por las fuerzas de la Sinagoga de Satanás (Apoc 2:9 y 3:9); las conocidas como socialistas, comunistas, y masónicas; las promotoras de genocidios por abortos, guerras, y persecuciones.

La entrega de la Iglesia a Satanás la razona san Pablo: entregad a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. (I Corintios 5:5) El Diablo desempeña un papel, ya que como dice San Agustín: "Todo ocurre (y existe) para bien de aquellos que aman a Dios. Hasta el pecado, hasta el Diablo para vencerlo". Y que los tontos sigan haciendo cuernitos.

Y tan obvio resulta todo lo anterior, que lo primero que quisieron borrar de la Sagrada Escritura los que trazaban planes desde antiguo para tomar las cúpulas acreditándose para gobernar el mundo, que lo primero a lo que apelaron los revolucionarios judíos que se hicieron pasar por reformadores protestantes fue tachar de falsos a libros enteros de la Biblia. Podemos poner especial énfasis al tema que nos ocupa en párrafos como el que sigue del libro de Tobías, en el que Tobit, temeroso de tomar a Sara, hija de Ragüel por esposa ya que había quedado siete veces viuda por la acción del demonio Asmodeo que impedía su unión carnal, que temiendo correr igual suerte en su noche de bodas pide consejo a San Rafael. Consejo que vale la pena transcribir desde el latín original de la Vulgata de San Jerónimo, al igual que su versión al inglés y al español:


"tunc angelus Rafahel dixit ei audi me et ostendam tibi qui sunt quibus praevalere potest daemonium hii namque qui coniugium ita suscipiunt ut Deum a se sua mente excludant et suae libidini ita vacent sicut equus et mulus in quibus non est intellectus habet potestatem daemonium super eos tu autem cum acceperis eam ingressus cubiculum per tres dies continens esto ab ea et nihil aliud nisi orationibus vacabis cum ea ipsa autem nocte incenso iecore piscis fugabitur daemonium secunda vero nocte in copulatione sanctorum patriarcharum admitteris tertia autem nocte benedictione consequeris ut filii ex vobis incolomes procreentur transacta autem tertia nocte accipies virginem cum timore Domini amore filiorum magis quam libidinis ductus ut in semine Abrahae benedictionem in filiis consequaris"

En inglés, versión Douay–Rheims :

 "Then the angel Raphael said to him: Hear me, and I will shew thee who they are, over whom the devil can prevail. For they who in such manner receive matrimony, as to shut out God from themselves, and from their mind, and to give themselves to their lust, as the horse and mule, which have not understanding, over them the devil hath power. But thou when thou shalt take her, go into the chamber, and for three days keep thyself continent from her, and give thyself to nothing else but to prayers with her. And on that night lay the liver of the fish on the fire, and the devil shall be driven away. But the second night thou shalt be admitted into the society of the holy Patriarchs. And the third night thou shalt obtain a blessing that sound children may be born of you. And when the third night is past, thou shalt take the virgin with the fear of the Lord, moved rather for love of children than for lust, that in the seed of Abraham thou mayst obtain a blessing in children".

En español:

"Dijo entonces el ángel Rafael a Tobit: Te diré sobre quienes tiene poder el demonio; sobre aquellos que de tal manera abrazan el matrimonio que excluyen a Dios de sus mentes y de sí mismos para entregarse a la lujuria como el caballo y la mula que están carentes de entendimiento. Sobre estos tiene poder el demonio. Tu, en cambio, tomarás a tu mujer, entrarás con ella en la habitación, y por tres días guardarás continencia, y ambos os daréis exclusivamente a la oración. Y en esa noche pondrás el hígado del pescado en el fuego para alejar al demonio. Así, para la segunda noche serás admitido en sociedad con los santos patriarcas. Y así, en la tercera noche obtendrás la bendición para que hijos incolumes nazcan de ti. Y pasada la tercera noche, tomarás a la doncella con santo temor de Dios, movido más por amor a tu descendencia que por la pasión, para que como descendencia de Abraham obtengas la bendición en los hijos. (Tobías 6:16-22) 

¿Quién dice que no existía un espíritu de castidad imperativo desde el Antiguo Testamento? La sexualidad, fuente de vida humana retoma en estos párrafos su carácter sagrado y sirve de introducción básica para mejor entender el orden sacerdotal de la Iglesia de Roma.

La mona de Dios es el Diablo
El ridículo que vemos hacer a los monos en el zoológico tratando de imitar al hombre, sin posibilidad alguna de igualarle provocando con ello carcajadas, ha dado lugar a que
tradicionalmente se hable del Demonio, el proverbial aspirante a que se le tome por Dios, y se le adore, como "la mona de Dios". Mucho más lejos se encuentra el Diablo de lograrlo que los changos, y es mucho menos divertido que los primates pobladores de las selvas y las jaulas. Pero a falta de primates se ha apoderado el Maligno de unos miles de primados como consta por el Concilio en sus pretensiones documentadas;  y como para muestra basta con un botón, exedámonos presentando como referencia un documento: Gravissimum educationis, documento del Vaticano II sobre la forma de educar a las futuras generaciones de la Iglesia, documento que evita tres palabras fundamentales hasta entonces: Virginidad, pureza, y castidad.

No es necesaria, por tanto, especulación alguna estando como está, a la vista y alcance de todos el Talmud de Babilonia (en inglés) haga clic aquí: El Talmud de Babilonia, y siendo tan fácil de localizar la documentación del Concilio. 

Pero el descarte de talmúdicos y coránicos era tan obvio como la imposibilidad de llenar, con un criterio único y uniforme las cúpulas, dejando fuera a los que prefieren asemejarse a las bestias del campo en un mundo dominado por la pornografía, por la impotencia de los presidentes de las universidades americanas de frenar las violaciones de las chicas universitarias; del incremento de feticidios, del armamentismo casi universal, y del desarme mental, moral y emocional para socavar, totalmente, la imagen de Dios en el hombre.

¿Se puede requerir acaso mayor justificación para el diluvio de fuego?

"Porque viene el día, ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen el mal serán como paja; y el día que va a venir les prenderá fuego," dice el SEÑOR de los ejércitos "que no les dejará ni raíz ni rama" (Malaquías 4:1). 

La razón del primer diluvio aparece en el capítulo sexto del Génesis, y concuerda con las razones de la Santísima Virgen en La Salette para el castigo de la Iglesia y del mundo. No hay razón alguna, por tanto, para no creerlas como idénticas para el diluvio de fuego. Los sacerdotes son los hijos de Dios por excelencia, de manera que, después de decir que los ha sacado, separado del mundo, y que el mundo los perseguirá porque no son del mundo, se dirige al Padre: "Te ruego por ellos. No te ruego por el mundo, sino por los que Tu me has dado" (Juan 17:9). "Ya no hay quien pueda ofrecer dignamente la Misa, los sacerdotes se han convertido en pozos de impureza" dijo la Virgen en La Salette.  Veamos ahora como procede el juicio previo al Diluvio en Génesis: "Y viendo los Hijos de Dios que las hijas de los hombres eran seductoras, tomaron de entre ellas como mujeres a las que quisieron (. . . .) Y dijo Dios: No permanecerá mi Espíritu con el hombre para siempre pues es carnal (. . . .) Y viendo Dios que la maldad del hombre sobre la tierra era grande se arrepintió de haberlo creado, y con dolor de corazón dijo: Voy a destruir al hombre." (Génesis 6:2-7)

Vemos como se repite la historia
Por Eva que elige reproducirse como los animales y seduce a Adán el hombre deja de ser perfecto: ya no es obra directa de Dios, sino fruto de un mecanismo de reproducción animal. Las consecuencias son el mal que rige en el mundo conforme al plan del Diablo. Los Hijos de Dios se dejan seducir por las mujeres, y el mal llega a extremos que exigen su destrucción. Solo con Noe continúa el género humano, pero las hijas de Lot emborrachan a su padre para tener hijos con él. De este incesto procede la raza maldita de Canán. Los sacerdotes católicos --como atestigua la Virgen en La Salette-- se ruedan por el mismo camino del sexo, anunciando así la abominación de la desolación en el Lugar Santo; la apostasía de Roma convertida en la sede del Anticristo formalizada con Vaticano II. Todo el mal procede del abestiamiento humano. Dios, el Infinitamente Fecundo es, obviamente, virgen. Este mundo, regido por la lujuria del pansexualismo exacerbado por los medios tiende a extinguir toda fecundidad reproductiva, al igual que la fecundidad de la mente humana como vemos y enfatizaremos. Y el fin de lo humano no se refiere solo al hecho de que cada vez hay más defunciones que nacimientos, sino al aumento en degradaciones y abestiamientos que se promueven abiertamente.  Quedarán solo 144000 sacerdotes vírgenes según el Apocalipsis para dar la batalla al final de los tiempos.

Entendamos y comparemos
La clave que nos deja el Apocalipsis al hablar de estos 144000 es que: En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha". (Apoc 14:5) Todo gira alrededor de la verdad. Satanás previó que la intensidad del placer sexual que rige el mundo animal llegaría a ser una idolatría que lo entronizaría a él, príncipe de este mundo y de la mentira, y por consiguiente dueño de políticos y medios de información. Le era obvio, ya que como afirma una vidente del Paraíso "al cometer el pecado, Adán y Eva que resplandecían de luz quedaron opacos, y los animales les dieron la espalda". Sin luz interior, el hombre para seducir a la mujer apelaría a los engaños, y ella encantada los aceptaría, y vice versa cuantas veces fuera necesario a la satisfacción animal. La lucha entre el dominio de la razón sobre lo placentero dividiría a la humanidad con la fuerza de lo sobrenatural: "Enemistad pondré entre ti y la mujer --dijo Dios a Satanás-- y entre tu descendencia y la suya, y ella te pisará la cabeza mientras asechas para morder su talón". (Génesis 3:15) No era justo negarle la descendencia que buscaba al que se había arrojado de cabeza en el Infierno por toda la eternidad --el albur del Diablo-- con tal de ganársela.

Pero la culminación, idolatrar el placer sexual al grado de sacrificar la grandeza de un hijo a cinco minutos de placer, igualando así ambas cosas, es peor que muerte cerebral, es aceptar ser imbécil sin límite y con todas sus consecuencias, hasta las más imprevistas. Es el desorden que anuncia los extremos más hondos de la anarquía, y justifica, al generalizarse, la violencia de una guerra nuclear. Es, en resumen, la marca del embrutecimiento global.

¡Porque La Cruz fue rechazada! 

Pero la verdad como norma, contrapuesta a la mentira como norma por razones de estrategia; o sea la Biblia con la Iglesia preconciliar contra la Sinagoga de Satanás con su Talmud y su Concilio Vaticano Segundo señalan los caminos opuestos a la humanidad entera.

sábado, 9 de noviembre de 2013

El Embrutecimiento Global y el Vaticano. Capítulo IV: Completando el Cuadro.




SEGUNDA PARTE


 SOBRE COMO CONQUISTAR EL MUNDO
 PARA TENER QUE DEVOLVERLO

Capítulo IV: Completando el Cuadro Actual

La ventaja que ofrece el tema que nos ocupa sólo se da en los terrenos de lo trascendental. La "historia del futuro" que es de ordinario un contrasentido, adquiere por virtud de ser palabra divina el milagro de ofrecernos a futuro la certeza que sólo cabe, de ordinario, del pasado.

Así, lo profético, al irse develando a través de los siglos nos permite constatar, más allá de toda duda, que Cristo y Anticristo en la lucha prometida se presentan de manera institucional a través de la historia en formas señaladas desde el principio (Génesis 3:15 - el Cuerpo Místico (Juan 17:20-23) vs. La Sinagoga de Satanás (Apoc 2:9 y 3:9); y que las escrituras (Biblia, Talmud) que obedecen las partes son tan fijas, creíbles e irreductibles como para imposibilitar toda influencia admisible entre ellas. Lo garantiza, como incompatibles absolutos lo irremisible del pecado contra el Espíritu Santo.

Seguiremos, por consiguiente, constatando el combate histórico con toda la riqueza de las convergencias precisas que nos ofrece la S. Escritura, la historia, la ciencia, la teología, y el buen sentido común; recordando ante todo que lo divino supera en fuerza y sabiduría a todo aquello que entusiasma a los embrutecidos con las apariencias. 

Una advertencia fundamental
La palabra anticristo aparece tan sólo cuatro veces en la S. Escritura, y las cuatro en las epístolas de San Juan que no se refiere a un solo personaje, sino por el contrario, a muchos; lo que avala lo anterior:

" Hijitos, es la última hora, y así como oyeron que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora. (I Juan 2:18)
"¿Quién es el mentiroso, sino (todo) el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo". (I Juan 2:22)


Las cúpulas están tomadas
Recordemos como, antes de la reforma litúrgica debida al Concilio Vaticano II, el celebrante y los fieles se arrodillaban al final de la misa para rezar una oración a la Virgen y otra a san Miguel arcángel:
San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestro amparo contra las perversidades y asechanzas del Demonio. Reprímalo Dios pedimos suplicantes:  Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios, vuelve a lanzar al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perdición de las almas.
¿Cómo nació esta oración? Transcribimos lo publicado por la revista Ephemerides Liturgicae en 1955 (pp. 58-59).
El padre Domenico Pechenino escribe: "No recuerdo el año exacto. Una mañana el Sumo Pontífice León XIII había celebrado la santa misa y estaba asistiendo a otra de agradecimiento, como era habitual. De pronto, le vi levantar enérgicamente la cabeza y luego mirar algo por encima del celebrante. Miraba fijamente, sin parpadear, pero con un aire de terror y de maravilla, demudado. Algo extraño, grande, le ocurría.
Finalmente, como volviendo en sí, con un ligero pero enérgico ademán, se levanta. Se le ve encaminarse hacia un despacho privado. Los familiares le siguen con premura y ansiedad. Le dicen en voz baja: "Santo Padre, ¿no se siente bien? ¿Necesita algo?" Responde: "Nada, nada". Al cabo de media hora hace llamar al secretario de la Congregación de Ritos y, dándole un folio, le manda imprimirlo y enviarlo a todos los obispos diocesanos del mundo. ¿Qué contenía? La oración que rezamos al final de la misa junto con el pueblo, con la súplica a María y la encendida invocación al príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios que vuelva a lanzar a Satanás al infierno".
En aquel escrito se ordenaba también rezar esas oraciones de rodillas. Lo antes escrito, que también había sido publicado en el periódico La settimana del clero el 30 de marzo de 1947, no cita las fuentes de las que se tomó la noticia. Pero de ello resulta el modo insólito en que se ordenó rezar esa plegaria, que fue expedida a los obispos diocesanos en 1886. Como confirmación de la que escribió el padre Pechenino tenemos el autorizado testimonio del cardenal Nasalli Rocca que, en su carta pastoral para la cuaresma, publicada en Bolonia en 1946, escribe:
"León XIII escribió él mismo esa oración. La frase [los demonios] "que vagan por el mundo para perdición de las almas" tiene una explicación histórica, que nos fue referida varias veces por su secretario particular, monseñor Rinaldo Angeli. León XIII experimentó verdaderamente la visión de los espíritus infernales que se concentraban sobre la Ciudad Eterna (Roma); de esa experiencia surgió la oración que quiso hacer rezar en toda la Iglesia. El la rezaba con voz vibrante y potente: la oímos muchas veces en la basílica vaticana. No sólo esto, sino que escribió de su puño y letra un exorcismo especial contenido en el Ritual romano (edición de 1954, tít. XII, c. III, pp. 863 y ss.). El recomendaba a los obispos y los sacerdotes que rezaran a menudo ese exorcismo en sus diócesis parroquiales. El, por su parte, lo rezaba con mucha frecuencia a lo largo del día".

León XIII había escuchado en la visión el siguiente diálogo proveniente de las inmediaciones del Sagrario. La voz iracunda de Satanás contrastaba con la calmada e irónica de Jesucristo:

─Satanás: “¡Yo puedo destruir tu Iglesia!”
─Jesucristo: Adelante, hazlo.
─Satanás: Necesito más tiempo y más poder.
─ ¿Cuánto tiempo, cuánto poder?
Entre cincuenta y cien años, y mayor poder sobre aquellos que se entreguen a mi servicio.
 Jesucristo: Tienes el tiempo, tendrás el poder.

¿Cómo habría de ser esto?
El poder solicitado y otorgado se refiere, obviamente, al poder para poblar las cúpulas (altos puestos) de la Iglesia en las que Satanás quería colocar a los suyos para destruirla. No hay audacia alguna en su petición. El Diablo sabía que lo obtendría dado que Cristo mismo lo señala a futuro en el Evangelio: "Cuando viereis la abominación desoladora en el lugar santo como la anunciara el profeta Daniel... " (Mateo 24:15) Señalamiento repetido por la Sma. Virgen en La Salette: "Roma apostatará de la fe y se convertirá en la sede del Anticristo. La Iglesia quedará eclipsada." Ni dudaba, por tanto, el Demonio. Lo sabía de sobra. Era el castigo anunciado y lo obtuvo sin dificultad alguna, pero lo oyó el Papa. 


La Iglesia había sido alertada.
La forma en que Dios maneja las autorizaciones y el tiempo en las profecías es necesariamente un misterio por razón de la Comunión de los Santos. Lo anunciado se cumplirá siempre, pero el plazo puede prorrogarse por las oraciones y méritos de los mismos; de otra manera, y con plazos prefijados la oración propuesta habría sido inútil. Todo esto debe inscribirse, obviamente, por tiempo y forma dentro de la profecía de La Salette.

Ese poder para poblar las cúpulas quedaría de manifiesto histórica-mente con la actuación de Montini --el futuro Paulo VI-- como Secretario de Estado Para Asuntos Ordinarios, el cual traicionó al Papa de manera a tal grado diabólica, que presentaba, recomendaba al Papa, y obtenía  de él, el nombramiento para obispos reservado tradicionalmente a los viri probati, los más santos varones, probados y aprobados, para colocar en su lugar a lo más opuesto: a homosexuales, pederastas, masones como él y abominables como él a los ojos de Dios como se manifiesta en las Sagradas Escrituras. Montini caería por el escándalo de Alighiero Tondi, jesuita del corte del Papapancho actual. Este Alighiero Tondi fue hallado culpable de enviar todos los datos sobre los sacerdotes católicos que se enviaban tras la Cortina de Hierro para sostener a la Iglesia "de las catacumbas en Rusia", y eran inmediatamente fusilados. Montini tenía las manos chorreando sangre y corrupción, pero la información era a tal grado tardía --ya que en esta modalidad del Iscariote en puesto de Secretario Papal operó insospechado dos décadas--, que estas fueron suficientes para asegurar el Concilio Vaticano II como el Concilio de la apostasía y la desolación. El castigo a la Iglesia ha sido tremendo como anunciara el Apocalipsis contra los tibios. Estos hechos confirman que las cúpulas están tomadas.

Es indispensable entender la impotencia a la que quedó reducido el papa Pío XII para entender lo inútil que resultaba ya denunciar públicamente a Montini y la corrupción hasta la médula del episcopado (cada obispo montiniano había construido su anti-iglesia local), como inútil era declarar la Iglesia tomada por Satanás. ¿Qué podían hacer los fieles ante tal hecho consumado? Pero Montini (Paulo VI) mismo no dejaría pasar la oportunidad de exultar en triunfo: "Los humos de Satanás se han filtrado en la Iglesia". Los desinformados de siempre ¡creyeron que se estaba lamentando!

Muchos podrían escandalizarse sin fundamento por la comparación que equipara a Alighiero Tondi con el "papa" argentino. ¿Cómo es posible, dirán, que se compare al culpable de los fusilamientos de tantos sacerdotes por los comunistas con quien habla de manera tan bella como lo hace el autor de la encíclica EVANGELII GAUDIUM tan llena de esperanza? ¡Pues precisamente ahí radica el problema! De Juan XXIII a Francisco todo es falso, ¡sobre todo la esperanza! Francisco predica el optimismo del pecado muerto ¡todo pecado! ¡Cuando nunca ha estado más vivo! No se menciona una sola vez el Infierno, ni siquiera el Purgatorio en un mundo que se asfixia en el aumento de la impunidad a todo delito, y digo delito porque la palabra pecado ya no se entiende, y no se entiende gracias a falsarios como él. Peor que Tondi, más criminales han sido los falsos papas del falso cristianismo que ofrecen una salvación universal sin exigencias, y tan barata que ni de confesionario requiere como demuestran quienes se acercan hoy a comulgar. Anticristos promotores de un "dios" tan injusto que ni siquiera castiga. Que por no castigar ni temor impone, sino que, supuestamente todo tolerante --y por ello despreciable-- abre con ello las puertas al vicio, a la corrupción y a la anarquía. ¡Por supuesto que el dios de Francisco no tiene nada de cristiano! La esperanza de Francisco el liviano ¿qué ofrece a la mujer o al niño a punto de ser violados, a la persona a punto de ser abortada en el seno materno, al que está en los planes de los secuestradores que se sienten impunes? ¿Qué puede ofrecer si ya lo entregó todo a los violadores, a los ladrones y a los que desatan las guerras? Hechos todos que confirman que las cúpulas están tomadas.

El juicio cristiano comienza por afirmar las postrimerías, por poner ante la parejita que usa anticonceptivos las palabras del Padre Verdadero: "Tuvisteis dos, ¿dónde están los otros cinco de mis hijos que debieron  de haber nacido? Eran mis hijos, ¿puedo dejar esto impune? Un mandamiento os di desde el principio: "creced y multiplicaos y llenad la tierra" (Génesis 1:28). Lo ratifiqué con pena de muerte contra Onán (Génesis 38:9-10) a quien quité la vida, y contra este mismo mandamiento generalizáis el onanismo con condones y demás anticonceptivos, rematando con abortos asesinos, sangre inocente que ofrecéis a Satanás (Salmo 106: 37 y ss.); todo en el mismo espíritu asesino de poner vuestros placeres, hasta los ínfimos por encima de la grandeza a la que os tenía destinados, privando de la existencia a los llamados a ser Mi Imagen y Semejanza. ¿Y creéis que os dejaré impunes? Sacrificáis a vuestros mismos hijos a vuestros placeres para mejor negar Mi Cruz, y negándoos a cargar así la vuestra ¿creéis que habré de salvaros? Pero estos juicios y reproches de Jesucristo los niega la Roma ocupada del Anticristo, cumpliéndose con ello el castigo profetizado.

Corroboramos adicionalmente: Esta iglesia del Anticristo satánicamente astuta atrae la atención sobre el Secreto de Fátima para distraer la atención de lo fundamental de Fátima: la visión que ofreció la Virgen a los tres niños, visión del Infierno que condujo a su santificación. ¿Qué más se requiere para demostrar que las profecías se han cumplido? "Roma apostatará de la fe y se convertirá en la Sede del Anticristo. La Iglesia quedará eclipsada."


miércoles, 23 de octubre de 2013

El Embrutecimiento Global y el Vaticano. Capítulo III. ¡MANIQUEOS!


El desarrollo histórico del problema del mal 
San Agustín (354-430)
Y cuando Agustín cayó en cuenta de que el mal no era algo concreto, sino una falta o carencia en ese algo, su ausencia; supo entonces, entendió, que Uno solo era el Creador de todas las cosas.

Y la ciencia moderna comprueba lo que concluyó San Agustín hace 1500 años.  Agustín, el africano de Hipona; el que fuera el más brillante de los maniqueos, el que una vez converso pasó a ser el más grande de los teólogos católicos concuerda con la ciencia moderna: Uno solo es el conjunto de leyes que gobierna el universo entero como corresponde a un solo Legislador. De las galaxias más cercanas, hasta las más lejanas, y de uno a otro confín son los mismos átomos, con idénticos componentes como corresponde a los únicos planos de un solo Creador. Es igualmente notable que se trata de la misma tabla de los elementos como corresponde a un mismo organizador.

Ejemplificando: La falta de cultura es un mal, pero la ignorancia no es algo que pueda ser creado. La ceguera, la sordera, la miseria, etc., no son creaciones aunque puedan ser sustracciones; y si alguien se roba su dinero es un ladrón, no un creador de miseria; su dinero se trasladó, ni siquiera desapareció. No es posible, por tanto, reconocerle el poder exclusivo y excluyente del Creador de la Luz al que apagó la luz, ni por muy diablo que sea, ni por los muchos cuernos con que se saluden entre si y se exhiban sus partidarios.

Lo que vienen a demostrar el Diablo y sus partidarios a través de la historia con su voluntad destructiva es un desorden --sustracción del orden-- con la cual perjudican perjudicándose, como hacen los que anteponen el placer a la vida de un hijo por el aborto, anticonceptivos,  y demás degeneraciones sexuales. Su renuncia a la dignidad y grandeza de hijos de Dios para serlo del Diablo, por sus bienes mal habidos, cuya ganancia será siempre inferior al dolor de las víctimas resultando en un faltante en las cuentas finales de La Creación. Esto, por supuesto, a su cargo para el juicio final. En consecuencia, como operarios de la iniquidad, nihilistas, ya solo pueden reencontrarse, y reconocerse, como árboles secos dado el odio que vence y domina siempre en los infructuosos. 

Y como ejemplo del embrutecimiento resultante, con la consiguiente degradación espiritual y moral quedó ante el mundo el sonsonete "interrupción del embarazo;" repetido de manera única, y machaconamente durante meses, sin oposición ni alternativa alguna en las audiencias públicas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México, año de 2008, para legalizar el aborto. Siguiendo las mismas normas embrutecedoras --normatividad del derecho-- que lo atropellen a usted quedaría en abolladura de salpicadera. Que el guardafangos pueda tragarse toda la importancia de la víctima, aunque cobre cien veces más la funeraria que el taller mecánico es clara prueba del satánico plan para embrutecer al hombre propio del judaísmo con su Talmud. Véase: El Plan del Diablo en su Libro

El maniqueísmo es lo connatural a la "Sinagoga de Satanás" (Apoc 2:9 y 3:9)

Y este es su signo
Medalla masónica
















El Pecado Original lo fue de maniqueísmo, 

y Eva fue la primera maniquea
Maní y el maniqueísmo
Nótese la cruz de cabeza















Si las sierpes hablaran, no habría habido pecado.
Dice Génesis: Era la serpiente el animal más astuto de todos cuantos animales había hecho el Señor Dios sobre la tierra. Y dijo a la mujer: ¿Por qué motivo os ha mandado Dios que no comieseis de todos los árboles del paraíso?  (Gen 3:1)

Constatamos que Génesis es perfecto, ya que si las serpientes hablaran no habría habido pecado. Si las serpientes hablaran, la reina del Jardín del Edén habría mandado a la víbora por un tubo con un: ¿Quién te crees tú, viniendo a darme consejos a mí, presuntuoso animal? Como que la reina del Jardín del Edén no iba a tomar a un bicho por guía, ¡y menos para hacerle caso! Pero Eva era perfectamente consciente de que las víboras no hablan, por consiguiente, era consciente de hallarse ante un ser extraño al Jardín, ante un invasor con desplante tal como para atreverse a enfrentarse con el mismo Dios y tildarlo de embustero. Algo muy por encima no sólo del reino animal, sino de todo lo que Eva había conocido hasta entonces, y con suficiente poder como para tomar una víbora como disfraz. Era, al caso que se presenta, el más astuto de los animales al hallarse de momento poseído por el Diablo. Y caigamos en cuenta, por tanto, que lo que pretende el tercer capítulo de Génesis es, precisamente, hacernos conscientes no sólo del Pecado Original, sino también de la gravedad insuperable de dicho pecado.

 Sigue el diálogo:

"A lo cual respondió la mujer: Del fruto de los árboles, que hay en el paraíso, sí comemos; mas del fruto de aquel árbol que está en medio del paraíso, nos mandó Dios que no comiésemos, ni le tocásemos siquiera, para que no muramos.


"Dijo entonces la serpiente a la mujer: Oh, ¡ciertamente que no moriréis! Sabe, Dios que en cualquier tiempo que comiereis de él, se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores de todo, del bien y del mal”. (Gen 3:2-5)"

El mínimo de prudencia y gratitud debió llevar a Eva a consultar con Dios sobre el intruso, lo que también la habría puesto a salvo. Pero el golpe de audacia del seductor la obligaba de entrada a elegir a quien tomaría por veraz, y por consiguiente, por guía. Consultar con Dios era el equivalente, para Eva, a alertar a Dios. Esto es lo que obligaba a Eva a elegir sin consultar; y su decisión; decisión avalada después por Adán, tendría consecuencias tales que no sólo cambiarían el destino, sino la naturaleza misma del género humano. La mordida al fruto prohibido la recuerda San Juan: Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros (I Juan 1:10). No solo hicieron Adán y Eva de Dios un mentiroso, sino que al único que no puede decir verdad, porque no hay verdad en él (Juan 8:44), ¡le dieron el lugar de Dios, de El Veraz! De ese tamaño fue la traición. De esa magnitud la idolatría, la blasfemia. ¡Así fue de monumental la perrada contra Dios cometida!

  Manes daría su nombre a la credulidad de Eva
Pirata, sin duda, el autor del maniqueísmo iba a tomar de este pasaje su doctrina. La Patrística se limitaría a decir que el Demonio pretendió hacerse igual a Dios. Pero el Pecado Original fue precisamente ese: Eva lo aceptó como igual a Dios para darle crédito, Manes (Persia 215-276 -- llamado también Mani) le siguió la pauta. La imbecilidad propia del hecho seguiría esa línea, superándose en idiotez doctrina tras doctrina, hasta la cúspide de nuestros días. 

La idea de dos creadores en pugna, un Creador del bien, y un creador del mal, iba a resultar pegajosa y casi imposible de erradicar durante siglos. ¡Parecían ambas fuerzas tan equilibradas! Pasarían casi 100 años antes de que alguien pudiera refutar de manera contundente a Manes; e iba a ser uno de sus seguidores, San Agustín: "Y cuando Agustín cayó en cuenta de que el mal solo es carencia de bien, se dio cuenta de que sólo había un Creador a Quien era debida la existencia de todas las cosas".   

 Es embrutecedor creer que hay un creador de la oscuridad para atribuirle poderes divinos al que apagó la luz. Pero este tipo de error no es un error aislado, sino generador, y por consiguiente embrutecedor sin límites: Repetimos:  La ceguera es falta de la vista, la sordera del oído, la miseria de dinero, la incultura de cultura etc. Y el error que obliga a tomar al que apagó la luz y al que dejó a otro en la miseria como creadores de las tinieblas y de la pobreza, y por consiguiente como competidores del único Creador de todos los bienes, es un error dinámico, destructor de la inteligencia. Lo mismo se da con todas las carencias como en los males que proceden del desorden (falta de orden) como preferir la borrachera a la sobriedad. Pero ni siquiera los cerveceros han tenido la ocurrencia de hacerse adorar por crear borrachos. El Diablo siempre ha tenido perdida la partida. 

Aquí tenemos ya el plan del homicida
Lo original de Manes como inventor de la doctrina de los dos principios y los tres movimientos sería ese apéndice: el de los tres movimientos que son su secuela. Afirmaba Manes en su dualismo que el espíritu era bueno, y la materia mala. Que el hombre había sido creado espíritu, y por sus pecados, como castigo, había sido hundido en la materia de la que requería ser liberado.

 Lo que esto ha significado históricamente ha sido atroz. Los Albigenses en el sur de Francia fueron maniqueos. Para ellos una mujer encinta era obra del diablo, y en consecuencia los homosexuales se promocionaban como virtuosos. Todo homicidio era tan santo por liberar a un alma como para solicitar, en consecuencia, que se sustituyera a todos los santos con matones. Tan no es broma que podemos constatarlo hoy día, desde los anticonceptivos hasta el armamentismo nuclear. Contra ellos tuvo la Iglesia que predicar una cruzada y que inventar la Santa Inquisición para finiquitar el asunto. 


Para recordar que,
 el delito, como el pecado, lo es por razón del daño y no por mero capricho eclesial o legislativo. Veámoslo de esta manera: Con uno solo de sus antepasados que hubiera sido homosexual, o una sola de sus antepasadas en la "liberación femenina" practicándose abortos, ¡y usted no estaría aquí! Al cálculo: Dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, 16 tatarabuelos, 32 trastatarabuelos; 64, 128, 256. . . Ahora saque la suma. Probabilidades hubo siempre, pero, ¡habría sido una lástima perderlo a usted junto con muchos de sus antepasados!

 Como usted verá, todo esto sigue siendo muy actual, ¡al grado que amenaza con destruirnos!

 Pero se admite por la contundencia con que prueba el Evangelio. Así dice Jesús a los judíos: 

"Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira". (Juan 8:44)

Esto es indiscutiblemente real y concordante con Génesis. El homicida y su proyecto han sido uno y el mismo desde que tentara a Eva hasta hoy; y la mentira, al igual que la idiotez, se proyecta paralelamente desde el Jardín del Edén hasta hoy. Para entender más sobre el Pecado Original y como se transmite a la humanidad entera vea el anexo Nº 1.


La Historia desde el principio
Decíamos en el capítulo anterior que los historiadores tenemos que investigar cada momento no solo en su continuidad, sino en sus antecedentes más remotos; y no solo en la línea del tiempo, sino en su densidad de bosque. ¡Ay del historiador a quien los árboles le impidan ver el bosque! Y ya hemos comenzado a hacerlo retomando el principio a partir de Génesis.

Completemos ahora diciendo que la historia se escribe con hache, pero con hache mayúscula. En efecto, desde "Enemistad pondré entre ti y la Mujer, y entre tu descendencia y la suya; y Ella te pisará la cabeza mientras asechas para morder su talón" Génesis 3:15 la guerra decretada por Dios exige, como en los trazos verticales de la H una proporcionalidad en la altura que la hache minúscula carece. Una guerra entre fuerzas desproporcionadas no puede durar mucho, y tanto para el antiguo, como para el nuevo Testamento, y desde el Pecado Original hasta el advenimiento de los cielos nuevos y la tierra nueva la guerra habrá de durar. 

Y el porqué de tan larga guerra radica en el enviciamiento, nuestra entrega a la esclavitud del sexo, drogas, molicie y confort. El aquí y ahora nos dominan. Invertir solo el dinero, y esto solo el sobrante después del buen vivir. Lo que Cristo exige es que sepamos invertir en el bien propio y del prójimo, pero respondemos pagando por boletos a espectáculos efímeros, y negándonos a invertir por el sacrificio propio para adquirir los bienes eternos.

He aquí la clave indispensable: El que cree en el más allá justiciero está dispuesto a cargar la cruz y sabe que Jesucristo es bueno por exigirle poniéndole el ejemplo. El que por el contrario solo acepta como real el más acá, a quien tomará por bueno es al que le autoriza todo, y no le prohibe nada, será por tanto partidario del Diablo.

Y en medio, junto con la espada, el libre albedrío.

"¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, os lo digo; sino división" Lucas 12:51. 

"No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada" Mateo 10:34.

Y se trata de dos libros frente a frente


Un tomo del Talmud
Por la espada



Maimónides estableció que debe ser un tribunal judío —o un tribunal designado por la autoridad judía—el que imponga obediencia y enjuicie a los gentiles, así como el que promulgue legislación por orden de la corte con ese
Ya están en la SCJN
propósito. Maimónides decretó adicionalmente que toda nación no judía, "no sujeta a nuestra jurisdicción" (tahaht yadeinu) será el blanco de la guerra sagrada judía. (Cf. Hilkhot Melakhim 8:9-10; 10:11. Véase también Gerald J. Blidstein, "Holy War in Maimonidean Law," en Perspectives on Maimonides [Oxford, England: Oxford Univ. Press, 1991].


Si los gentiles se rehúsan a vivir una vida en inferioridad, entonces será esta la señal de su rebelión y de la necesidad de guerra judía contra su sola presencia. [Cf. Mordechai Nisan, Kivunim (publicación oficial de la World Zionist Organization), Agosto de 1984, pp. 151-156].


"Conozco tus obras, tu tribulación, y tu pobreza (pero eres rico); y la blasfemia de los que se dicen Judíos, y no lo son, sino que son una sinagoga de Satanás". Apoc 2:9
"Mira, que Yo haré venir de la sinagoga de Satanás a aquellos que dicen ser judíos, y no lo son, sino que mienten; como quiera, Yo los haré que vengan a tí, y se postren delante de ti, y reconocerán que Yo te he amado." Apoc 3:9
Para consultar el Talmud en línea, en inglés, con un clic: The Babylonian Talmud

Teniendo ahora si claro el contexto. . .
Jules Isaac
Podemos adentrarnos en la organización y en los sofismas que se prepararon para la toma del Vaticano, la antes esplendida fortaleza católica y en el hombre elegido para llevar el mal, en forma de sofismas del momento hasta las más recónditas salas y oídos del Vaticano. Recordemos su desplante:

Dice Jules Isaac, en su Jésus et Israel: “El historiador tiene el derecho y el deber, el deber absoluto, de considerar las narraciones evangélicas como los testigos de cargo (contra los judíos), con el agravante de que se trata de los únicos testigos, y de que los cuatro escriben desde el mismo punto de vista: carecemos de toda otra evidencia, ya sea pagana o judía como contrapeso, o para sopesar la una contra la otra. Ahora bien, esta parcialidad de parte de los evangelistas en ningún punto es más marcada ni más evidente, esta ausencia de documentación no cristiana en punto alguno es más de lamentarse, que en la historia de la Pasión . . .” (página 428 del original en francés).


Un talón de Aquiles del tamaño de una ballena, la confesión de ignorancia de Jules Isaac


Muerto ya Jules Isaac me dirijo, en este punto, a los rabinos:

Tendrán ustedes que aceptar, finalmente, que la ausencia total de pruebas, y aún más de contra argumentación en su momento es el elemento probatorio de peso definitivo en este caso, y totalmente favorable a los Evangelios.

Tendrán que reconocer, igualmente, que la presentación de su caso como se desprende del párrafo, arriba, para que tuviera un mínimo de sentido habría requerido de un cristianismo estacionario frente a un judaísmo floreciente, lo que contradice de manera flagrante los hechos históricos. De haber sido calumniados como pretende Jules Isaac la respuesta habría sido inmediata, lo que se torna más obvio cuando el que va ganando la batalla es su adversario. Las pruebas caen de un solo lado, y es la Cristiandad su monumento.

El cristianismo crecía con empuje irresistible bajo la mirada de sus antepasados, atestiguando su impotencia para frenarlos. Fuerza tal no la tienen las fábulas. Me refiero, obviamente, a los hechos entonces públicos y notorios de los milagros atestiguados por los Evangelios. Lázaro, con su cuerpo ya hediente devuelto a la vida. La Pasión, de la que sus antepasados fueron los primeros en hacer un espectáculo público y la peor humillación ante unos 600,000 judíos que habían acudido a Jerusalén para la celebración de la pascua convirtiéndose, por la certidumbre multitudinariamente atestiguada de la muerte, en el fundamento inapelable de la Resurrección posterior. La humillación que tenía por objetivo aplastar el movimiento mesiánico encabezado por Jesucristo concordando con la humillación a Dios Creador impuesta por Adán y Eva eligiendo la versión del Diablo contra la Verdad de Dios. Igualados en la humillación para ser reconocidos, igualados en la Divinidad. Se trata del mismo y único Dios, y esta es también su Gran Señal. Y, finalmente, de la Resurrección, sin la cual, un solo cristiano, entonces o ahora, tras tan tremenda humillación sería tan increíble como para no poder hallar uno ni como pieza de museo. ¿Dónde entonces hallar una explicación lógica? Lo primero que hacen los criminales es ocultar la evidencia, ¡toda evidencia! ¡Lo que implica toda mención de los hechos! ¡Precisamente lo que da lugar a la queja de Jules Isaac! ¡Ni él mismo encuentra una fuente judía que mencione, siquiera mencione, estos hechos!

¿Verdad, señores rabinos, verdad profesor Jules Isaac?

Si la responsabilidad por el deicidio hubiera correspondido a los romanos, sus antepasados lo habrían mencionado. Estarían en posesión de evidencia escrita por los escribas de antaño Pero fue obra de sus antepasados. —Y, al negar Su divinidad y su mesianidad en sus sinagogas, tratando por todos los medios de borrar su nombre mismo, son ustedes sus cómplices actuales, e igualmente corresponsables ante Dios y ante sus seguidores

Durante casi dos mil años han dicho ustedes, señores rabinos, a los judíos que gobiernan, que “Ningún hombre puede hacerse a sí mismo Dios”. Pero les han ocultado no sólo la omnipotencia divina para la Encarnación, sino su imperativo también, sin el cual no puede haber salvación ni razón para que la humanidad continúe.

Resumiendo: Jesucristo no se hace Dios, es Dios mismo quien se hace hombre en Jesús para devolvernos a su imagen y semejanza. Pero ustedes con metas ínfimas apartan de las grandezas divinas a los judíos que les siguen, y en vez de arrepentirse por el deicidio cometido persisten en su contumacia que los aparta de la única forma de recuperar lo divino. 

Y lejos de hallar ayuda en Vaticano II, no sólo se apartaron más, sino que apartaron más al mundo. Rechazar el deicidio es rechazar Su divinidad y la verdad de los Evangelios.

El mundo sabe hoy, gracias a la historia completa del Vaticano II, como se han lanzado a atacar y destruirlo todo, y como ha dejado en claro Jules Isaac confesando su ignorancia, ¡sin fundamento ni conocimiento alguno!


Ignorancia que rebasa lo creíble
Veamos algunos detalles del segundo de los dos párrafos de Jules Isaac que venimos transcribiendo desde el capítulo anterior:

"Los pasos que llevaron a la fe cristiana a conquistar su independencia la llevarían, rápida e inevitablemente a una guerra inmisericorde con Israel
‘conforme a la carne’, la nueva Iglesia proclamándose el verdadero Israel de Dios y el ‘único Israel conformanalizae al espíritu’. ¿Pero acaso caían en cuenta de la gravedad de este reclamo? Sobrepasaba con mucho la difamación contra el pueblo judío, era una intentona de privarles de su chispa vital, de su fuego sagrado, podría decirse de su misma vida; y aún más—así de entrelazados se encuentran los elementos espirituales y temporales entre si—era una intentona para despojarles de su lugar bajo el sol, de sus derechos privilegiados en el Imperio". (Genèse de l’Antisémitisme—p.150).

La seriedad que el tema exige nos impide, de entrada, dar seguimiento a las fábulas del historiador que, haciendo caso omiso de la Sagrada Escritura desde Moisés, y sobre todo del Personaje Central de la historia, Jesucristo, nos quiere convencer de que la "fe cristiana conquistó su independencia;" "difamó al pueblo judío," y la Iglesia fue desde sus orígenes "una intentona para despojarles de su lugar bajo el sol, de sus derechos privilegiados en el Imperio", Y todo esto no tiene empacho en dejarlo resumido en un solo párrafo de la página 150 de su libro Genèse de l’Antisémitisme.

Para dejar en claro que se trata de fábulas nos basta con analizar la última frase, y preguntar: ¿Cuál es ese lugar bajo el sol que reclama, cuáles son los derechos privilegiados a que hace referencia, y de que imperio se trata?

Para contestar nos basta con ir a los orígenes que en su verdad histórica nos llevan al Pentateuco, los cinco libros atribuidos a Moisés para constatar:


  1. Hubo, en efecto, un pueblo elegido por Dios: Israel.
  2. La elección fue por razón de un hombre, Abraham, cuya justicia, puesto ante tremenda prueba la pasó sin falta ni merma. Esta prueba, sacrificar a su hijo Isaac en holocausto a Dios la llevaba a cabo con absoluta decisión cuando un ángel lo frena; y un cordero, el simbólico Cordero de Dios aparece a su alcance y es tomado y sacrificado en lugar de Isaac. La promesa divina en su favor queda manifiesta por el cambio que Dios imprime a su nombre, cambiándolo de Abram a Abraham, significando este último "Padre de Muchos Pueblos". Lo primero que debe quedar claro: no de uno, sino de muchos pueblos.
  3. Una vez que hubo un hombre capaz de cumplir la Voluntad Divina, Dios nos dará, por medio de Moisés, sus Diez Mandamientos.
  4. ¿Y la Justicia Divina? Si el premio por una pequeña obediencia de no comer de uno de los árboles del Paraíso iba ser la incorporación de Adán y Eva como hijos de Dios en la Gloria Eterna, ¿que premio habría tenido Dios en mente para la asombrosa, perfecta y absoluta obediencia de Abraham?
  5. El principio aplicable, Dios ni permite, ni puede ser vencido en generosidad por nadie nos da la consabida respuesta: Dios Padre nos daría a Su Unigénito --divino y eterno como Él; consubstancial a Él--, para que Él, Su Verbo, a su vez se ofreciera al Padre en Holocausto por los pecados del mundo y así restaurara, en justicia y en Sí Mismo nuestra naturaleza caída hasta lo animal para reconducirla hasta lo divino. Sin embargo, cada uno de los redimidos --siguiendo el ejemplo de Abraham superado divinamente por Jesucristo y Su Santísima Madre-- solamente podremos ser diviniza-dos conforme al Juicio de Filiación aplicable a todos los hombres:  "Este será el premio para el vencedor: Yo seré Padre para él, y él será un hijo para mi. Pero en cuanto a: los cobardes, a los incrédulos, a los abominables (homosexuales), a los homicidas, a los fornicarios, a los hechiceros, a los idólatras, y a todos los embusteros, su parte será arder en el lago de fuego y azufre, que es la muerte segunda".(Apocalipsis 21:8)
  6. La elección; los elegidos, solo pueden serlo por su justicia. No conforme a "valores" etéreos y lo que pretenda inventarse, sino en la realidad de la carne conforme a Los Modelos señalados, suma y armonía de todos los valores concretados en la sangre; superando en todo a Abraham la Santísima Virgen María al pie de la Cruz, ofreciendo con las perfecciones de Su Corazón a Su Hijo, infinitamente mayor que Isaac como Verdadero Cordero de Dios. La perfección del sacrificio depende de la perfección del corazón que lo ofrece; y solo una Virgen y Madre podía representar a Un Virgen y Padre a los ojos del mundo. Dolor transmutado en amor, Sangre Divina en Redención. 

Comprobemos la naturaleza de la elección
Los esfuerzos del profesor Jules Isaac por acreditar, y aun justificar, un imperialismo judío sobre el género humano, concordante en todo con las citas de Maimónides y de Mordechai Nisan que ofrecemos arriba, con el Talmud que hasta hoy los rige, y con especial consideración a las leyes Noéquidas (Noahide Laws) del Talmud que nos condenan a muerte por adorar a Jesucristo (pecado de idolatría para los rabinos) a consultar aquí (en inglés) con un clic: The Babylonian Talmud, y las citas sobre el Talmud en su odio a Cristo y a los cristianos del padre Justinus Pranaitis (en español) a consultar con un clic aquí: El Talmud Desenmascarado, se han dado en la historia por la ignorancia impuesta rabínicamente a los judíos. Ignorancia admitida por Jules Isaac. 

Pero entendamos también que borrar las huellas del delito, del homicidio deicida del Justo y después de sus seguidores era tan importante para los rabinos del siglo primero y segundo como lo es hoy para los rabinos del siglo XXI. Por consiguiente, dar tanta importancia a Jules Isaac, el fanático imperialista judío, no era más sorprendente que la ignorancia episcopal (fingida o supina, según el caso ya en 1963) generalizada en la época entre los obispos conciliares que terminarían victimados por los errores rabínicos. En pocas palabras: No se pueden sumar errores para lograr aciertos. 

Para justificar nuestra labor --aquí todos somos historiadores-- y a falta de la información destruida que ni los esfuerzos de Jules Isaac pudieron encontrar, las fuentes cristianas son únicas, veraces, y universalmente válidas. Veamos el testimonio de Gamaliel sobre este punto tomado de los Hechos de los Apóstoles. Llevada presa la Iglesia Naciente en la totalidad de sus apóstoles ante el Sanedrín que quiere condenarlos a muerte:

"Pero cierto Fariseo llamado Gamaliel, maestro de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Concilio (Sanedrín) y ordenó que sacaran fuera a los apóstoles por un momento. Entonces les dijo: "Hombres de Israel, tengan cuidado de lo que van a hacer con estos hombres. Porque hace algún tiempo Teudas se levantó pretendiendo ser alguien; y un grupo como de 400 hombres se unió a él. Y fue muerto, y todos los que lo seguían (obedecían) fueron dispersados y reducidos a nada. Después de él, se levantó Judas de Galilea en los días del censo, y llevó mucha gente tras sí; él también pereció, y todos los que lo seguían se dispersaron. Por tanto, en este caso les digo que no tengan nada que ver con estos hombres y déjenlos en paz, porque si este plan o acción es de los hombres, perecerá; pero si es de Dios, no podrán destruirlos; no sea que se hallen luchando contra Dios." Ellos aceptaron su consejo, y después de llamar a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús y los soltaron. (Hechos 5:34-40) 

¿Qué tan histórico es esto, qué ocurrió aquí? Al Sanedrín entero le bastó con recordar del Deuteronomio la admonición de Dios transmitida por Moisés como Juramento: "Cuando hayan engendrado hijos y nietos, y hayan permanecido largo tiempo en la tierra, y se corrompan y hagan un ídolo de cualquier cosa, y hagan lo que es malo ante los ojos del Señor su Dios para provocarlo a ira, hoy pongo por testigo contra ustedes al cielo y a la tierra, que pronto serán totalmente exterminados de la tierra donde van a pasar el Jordán para poseerla. No vivirán por mucho tiempo en ella, sino que serán totalmente destruidos. (Deuteronomio 4:25-26)

¿Dónde quedó la fantochada del imperialismo judío de que es inmune a la Justicia Divina, de que puede obrar a su antojo impunemente, de no estar sujeto en mayor grado para ser más castigado que cualquier otro pueblo de no hacerlo?


¿Para qué fueron elegidos los judíos?
"Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra ustedes de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia. . . " (Deuteronomio 30:19) 

¡Ciertamente NO para quedar benditos a costa de lo que fuera, sino todo lo contrario!

¿Y qué fue lo que eligieron?

Lo ocurrido aparece en el Talmud: Gittin 57b. Afirma que, entre 40 millones, y cuatro mil millones de judíos fueron muertos por los romanos en la ciudad de Bethar.

No eligieron la vida, sino la maldición y la muerte. El Talmud es su libro oficial, pero sobre todo está avalado por la historia: Después de las tres guerras judeo-romanas Israel quedó arrasado. Alemania perdió dos guerras mundiales, pero Alemania está ahí. Japón fue bombardeado con atómicas, pero Japón sigue ahí. Pero para principios del siglo segundo, el año 135, la tierra sí, la gente ya no. CASI NO QUEDARON JUDÍOS. Fueron arrasadas 45 ciudades fortificadas, y 985 poblados. El ejército que en la última guerra contaba con más de medio millón de soldados pereció completo. Las ciudades fortificadas cayeron tras el hambre y la peste que cobraron incontables víctimas adicionales. Profecía cumplida.

¿En qué quedaron las alocadas fantasías que introdujo Jules Isaac en los pasillos vaticanos para normar el Concilio? ¿Cuales  pasos llevaron a la fe
Centurión
cristiana a conquistar su independencia de lo que ya estaba destruido? ¿D
e que lugar bajo el sol podía despojarles la Iglesia si sus cadáveres estaban bajo tierra? ¿Cuáles derechos privilegiados en el Imperio les dejaron las legiones romanas para poder reclamárselos a la Iglesia?". ¡Si al menos esta demencia no hubiera sido superada por el "Espíritu del Concilio"!

La respuesta completa al "para que fueron elegidos los judíos" es, obviamente, para que de ese pueblo nacieran el Mesías y la Iglesia. Una vez cumplida esta meta, lo que salía sobrando, y peor, amenazaba a la Iglesia tenía que ser destruido, y así lo fue.


¿Quién sentenció a muerte al pueblo judío?
Jesucristo mismo, este punto es fundamental y claro en el Evangelio:

"Porque el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha dado a su Hijo" (Juan 5:22)

Y la lucha contra escribas y fariseos dejó siempre en claro su sentencia contra los judíos en cuanto pueblo, en su conjunto, como finalmente se cumplió:


"Érase una vez un hacendado que plantó una viña y la cerco con un muro, y cavo en ella un lagar y edifico una torre. La arrendó a unos labradores y se fue de viaje. Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. Volvió a mandar otro grupo de siervos, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: 'Respetarán a mi hijo.' Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: 'Este es el heredero; vengan, matémoslo y apoderémonos de su heredad.' Y echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará a esos labradores?" Ellos respondieron: "Dará muerte a esos perversos, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen los frutos a su tiempo." Jesús les dijo: "¿Nunca leyeron en las Escrituras: 'la piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra angular; esto fue hecho de parte del señor, y es un milagro patente'? Por eso les digo que el reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca los frutos del reino. Y el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos; pero sobre quien ella caiga, lo hará añicos." Al oír las parábolas de Jesús los principales sacerdotes y los Fariseos, comprendieron que El hablaba de ellos. Pero cuando decidieron prender a Jesús, tuvieron miedo de la multitud, porque ellos lo tenían por profeta. (Mat 21:33-46)

Así fue, exactamente así. Una nación superior fue elegida por Jesucristo, Dios y Señor del universo: Roma. Por ello, los ejércitos de Dios ya no serían los de Israel, sino los de Roma, y en ella sentaría el Divino Maestro sus reales. Roma dominaría el mundo, y los papas, sus vicarios, lo gobernarían.

Exactamente así como sentenció el Juez Omnipotente señalándose como piedra, cayeron los judíos sobre sus ejércitos, ejércitos de Roma para quedar hechos añicos; y sus legiones romanas cayeron sobre ellos y los aplastaron. Mil quinientos años después la historia sería la misma: como premio por expulsar a los judíos en 1492, ese mismo año España descubriría América. España conquistaría América y llegando hasta Filipinas, el primer imperio en superar a Roma seria tan extenso que en él no se pondría el sol. Tristemente, al entibiarse la fe,  se cumpliría en ella lo ocurrido con todos los grandes imperios; lo consabido, lo repicado de manera incesante por la tragedia griega: hartazgo, conducta desaforada y desastre. La secuela que persigue a los satisfechos.

Pero ¿qué pasó con la destrucción de los judíos, señalada de manera tan aplastante por el Talmud mismo? La investigación histórica moderna certifica que, solo el cinco por ciento de los judíos actuales son realmente judíos. La obra del mundialmente famoso y prolífico Arthur Koestler, judío de origen Khazar o jázaro, al que él pertenece así lo prueba. Lo interesante es que el 95% de los supuestos judíos no son semitas, sino arios. Colocamos el libro como venimos haciendo con toda la bibliografía sin detenernos mas en ello para volver a la Sagrada Escritura. 


  "El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un banquete de bodas para su hijo. Y envió a sus siervos a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir. De nuevo envió otros siervos, diciéndoles: Digan a los que han sido invitados: "Ya he preparado mi banquete; he matado mis novillos y animales cebados, y todo está preparado; vengan a las bodas. Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a sus negocios, y los demás, echando mano a los siervos, los maltrataron y los mataron. Entonces el rey se enfureció, y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos asesinos e incendió su ciudad. (Mat 22:2-7) 

"Pero a estos mis enemigos, que no querían que reinara sobre ellos, tráiganlos acá y mátenlos delante de mí." (Lucas 19:27)

La sentencia que pasó sobre los judíos fue siempre pública, y el odio que produjo en ellos, tan contumaces en su desprecio de la ley, en su odio tradicional a la Palabra Divina y a los Juicios Divinos como demostraron siempre matando a los profetas anunciaba lo que era de esperarse para la Iglesia naciente y hasta el día de hoy: "Pero los principales sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro; porque por causa de él muchos de los Judíos se apartaban y creían en Jesús" .(Juan 12:10-11) El amor y la muerte se enfrentaban, y se enfrentarían a través de los siglos. Guerra inevitable entre la Iglesia y la Sinagoga de Satanás (Apocalipsis 2:9 y 3:9) hasta el asombroso y casi increíble engaño del Concilio Vaticano II.

Todavía, y a pesar de la historia, quieren olvidar la admonición de Gamaliel?

Y a pesar del poder infinito mostrado históricamente por Jesucristo, ¿aún quieren enfrentarse con Él? 

Increíblemente sí, al grado de recaer en la estupidez del maniqueísmo, confiar como Eva en Satanás contra Dios, de andar de mandilones, ¡y saludándose haciendo cuernos con las manos!

¡De carcajada!

El intento de reconstruir el Templo en tiempos de Juliano el Apóstata, y las canonizaciones de Roncalli y Wojtila.

La fecha fijada, el 26 de abril de 2014 ha señalado el límite de una era, el momento de una enorme catástrofe  porque la falsa Iglesia se ha colocado entre los santos a dos demonios: a Juan XXIII (Angelo Roncalli, el supuesto Papa Bueno), y a Karol Wojtyla (Juan Pablo II). Veamos el precedente histórico, narrado y reconocido por todos los historiadores antiguos, y, registrado hasta por Mahoma en el Corán. (Corán 3:103).

La renovada condena al Templo
Importancia similar a estos hechos históricos por los que quedó manifiesta la voluntad de Dios en la aniquilación del pueblo que rechazó la elección, y la elección de un pueblo nuevo que daría su fruto a su tiempo está lo ocurrido en el siglo cuarto, cuando los rabinos entraron en contubernio con el emperador Juliano (361-363 D.C.) y lo llevaron a la apostasía para su registro histórico como Juliano el Apóstata.


Edward Gibbon
Del emperador obtuvieron el permiso para reconstruir el templo de Jerusalén. Templo destruido como profetizara Jesús, reconstrucción planeada contra su sentencia y con intención de desacreditar el Evangelio. Poco después moriría el Apóstata. La importancia de los hechos que se narran a continuación queda evidenciada por la enorme impresión que causó en el mundo. Impresión que diera lugar a un gran número de escritos contemporáneos a los hechos y cuya bibliografía fuera recogida por Edward Gibbon que, anticristiano y todo, no pudo sustraerse a su impacto y ofrece abundantes testimonios de la misma.   


Tomemos de la narración de Rufino de Aquilea en el siglo quinto: «Y ahora, en la noche anterior al inicio de los trabajos de construcción hubo un violento temblor. No sólo todos los cimientos se vieron levantados y arrojados fuera, sino que casi todas las construcciones del lugar fueron demolidas. Los pórticos bajo los que se encontraban gran número de trabajadores judíos se desplomaron aplastando a los que se encontraban debajo. Pero al amanecer, creyendo los sobrevivientes que habían escapado del desastre corrieron a rescatar a los que se hallaban bajo la ruinas.

Françoise Thelamon
«Había unos cuartos profundamente enterrados en los sótanos del Templo, cuya entrada se encontraba entre los pórticos que se desplomaron; arreglaron ahí sus herramientas y demás implementos de trabajo. Apareció súbitamente una bola de fuego que, barriendo el lugar se disparaba en todas direcciones quemando y matando a todos los presentes. Este prodigio, al repetirse varias veces durante el día con sólo breves intervalos de tiempo puso fin a la temeridad de este pueblo terco con sus llamas vengadoras Una historiadora moderna nos da la narración siguiente: Comenzaron la obra el 18 de mayo del año 363, pero al día siguiente «Un temblor y un fuego que salía de los cimientos pararon la obra apenas iniciada, no solo porque imposibilitaban su continuación, sino porque fueron vistos como un castigo divino condenando la obra (Françoise Thelamon, Païens et chrétiens au quatrième siècle. L’apport de l’«Histoire ecclésiastique» de Rufin d’Aquilée,  Études augustiniennes, 1981, p. 304)

Ahí terminaron, por dieciséis siglos, todos los esfuerzos judíos para reconstruir el Templo.  

Mahoma lo atestigua
Pero el fuego de condenación que impedía la reconstrucción del antiguo templo judío no iba a presentarse cuando los discípulos de Mahoma fueron a construir sus mezquitas sobre el mismo que, aún hoy, y como causantes del renovado conflicto árabe-israelí siguen de pie. La primera mezquita sobre la explanada del que fuera el Templo judío se construyó en el mismo siglo séptimo en que murió Mahoma, entre los años 638 al 698, la otra es del siglo XIV.

El fuego como impedimento histórico obedece al hecho de que la reconstrucción del Templo habría equivalido a que Jesucristo no fuera Dios. A la vuelta de pleno derecho al judaísmo antiguo. A que los rebeldes a Jesucristo pudieran ostentarse como pueblo aún elegido. A que pudieran pasar como agradables a Dios. A que el Evangelio fuera una mentira: «El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.» (Juan 3:35-36) Cólera manifiesta en múltiples ocasiones, y por manifestarse de nuevo cuantas veces necesario fuere. Por eso no se manifestó prodigio alguno que impidiera a los árabes construir sus mezquitas sin importancia ante la condena definitiva de la ciudad por el Apocalipsis: Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado. (Apocalipsis 11:8) Estos son los nuevos nombres de la Jerusalén judía que el Apocalipsis contrapone a la Jerusalén que baja del Cielo. Al vencedor le pondré de columna en el Santuario de mi Dios, y no saldrá fuera ya más; y grabaré en él el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que baja del cielo enviada por mi Dios, y mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12) También a ellos, infelices judíos, la verdad les hará libres, porque el error aprisiona, porque los mitos encadenan...

Pero Jesucristo Nuestro Señor nos deja un mensaje claro para este momento: haga clic: Jesús sobre "Los Últimos Tiempos"


La contumacia persiste. . .
Hemos dado seguimiento tanto ideológico como histórico al problema del mal como fuera concretado en el maniqueísmo viviente en los rabinos con su Talmud, y proyectado al mundo a través de 20 siglos en su combate a la Iglesia, siempre desde las tinieblas, ocultando la identidad de sus efectivos con mil disfraces, como atacan las fieras en manada tras aislar a sus víctimas; y tratándose de los pueblos, tras aislar los puntos neurálgicos de sus víctimas los paralizan con el factor sorpresa. Así han caído las fortalezas de las naciones con las revoluciones.

Y tan vivo sigue el maniqueísmo, que lo demuestran los grandes de la política y las finanzas haciendo cuernos con las manos.

Nunca dejaron la meta que propusieron a Juliano el Apóstata, pero el temor a un ridículo mundial de repetirse algo parecido los ha frenado durante siglos. Sin embargo, una de las metas de las canonizaciones de los demonios hacen el equivalente a globos de prueba. 

Parecen creer que, de lograrlas sin que les llueva fuego del cielo, y habrá que ver lo que ocurre en lo que queda del año, podrían reconstruir su antiguo Templo sin peligro, --sobre todo en el momento que lo intenten como ocurrió ya en tiempos de Juliano-- para darse el gusto de sacrificar en él a una vaca colorada.

¡Vana esperanza y el Infierno al final!