Vaticano II, la Traición y las Profecías: El Embrutecimiento Global y el Vaticano --- Capítulo II: Dos Cónclaves Extraños, una Universidad y un Concilio.

La Universidad de la "excerpta talmúdica,"
la de París que data del S. XIII.

Hay una diferencia fundamental entre periodistas e historiadores que resalta en el asombroso caso del homicida de S.S. Pio XII. Los periodistas se quedan en el momento, se satisfacen con él. Para que la prensa aun en sus versiones más modernas de radio y televisión se detuviera en lo trascendental sería necesario que el mundo se quedara quieto. Avasallada siempre por nuevas noticias lo anterior queda relegado. Para la prensa el mundo es plano. Las nuevas colinas de su paisaje no pueden ser menos altas que las de ayer si quieren conservar la atención del público, por trivial que sea, si no tiene importancia se la damos --dice la prensa-- o los que nos vamos borrando del mapa seremos nosotros. No deja de haber amarillismo en la prensa.

Los historiadores, por el contrario, tenemos que investigar el momento no solo en su continuidad, sino en sus antecedentes más remotos; y no solo en la línea del tiempo, sino en su densidad de bosque. ¡Ay del historiador a quien los árboles le impidan ver el bosque! Como es obvio, el magnicidio papal tiene que ser revisado a fondo por los historiadores, asunto que nos aquí nos ocupa.

Se hace historia a distancia. ¿Quién era realmente este hombre, un oscuro oftalmólogo, un vendedor de anteojos como había cientos en Roma, y con las mismas expectativas a futuro de no haber sido visitado para corregir su miopía por el entonces aún cardenal Eugenio Pacelli? Habría sido un don nadie más para la historia. Pero como católicos sabemos que Dios dirige la vida de sus elegidos, los lleva hasta su cruz, y supervisa amorosamente hasta el último detalle para otorgarles la corona del martirio. Algo muy oculto tenía que haber en este oftalmólogo que lo predisponía a verdugo como al antiguo Sanedrín para dar muerte al Vicario del Divino Mártir del Calvario.

Llama la atención de Galeazzi-Lisi su fría seguridad. Nos horroriza su larga hipocresía solo explicable por un largo odio ancestral. Nos deja helados la contemplación del sacrilegio en la persona, sagrada, del Pontífice; su deseo de humillar a Cristo en su Sagrada Persona como lamentando que no pudiera ser El Resucitado a quien él pudiera mostrar putrefacto a los ojos del mundo.

La conmovedora historia del Papa enviando la alfombra en la que el pequeño Antonello había gozado jugando, para que la siguiera disfrutando desde sus cinco años contrasta con el hombre con alma de Judas llevando al mismo, pero ya adulto Antonello, como cómplice para el atropello final del gran hombre, del personaje sagrado al que esa familia debía cuanto era y tenía mientras lo odiaba en secreto.

El criminal debió ser arrestado. No lo fue. Su desplante obliga a reclasificarlo. Su fría seguridad nos habla ya del poder político al que pertenecía, ese poder que existe en las tinieblas y que huye de la luz, pero que oculto medra con el escándalo y la blasfemia. Fue el Arquiatra un gran comunicador. Lo fue con sus actos despreciables. Repuso a Judas como triunfador dejando a los justos en la impotencia. Era una venganza por la que habían esperado casi dos mil años.

Sabiendo que sería despreciado, arrostraba con seguridad la prueba sabiéndose el héroe del poder oculto de las logias.
Su desacralización del cadáver fue el anuncio de la desacralización que el futuro concilio acarrearía a la Iglesia entera. Ya preveía las desacralizaciones de la liturgia, como que al ascender al alto círculo pulsó las posibilidades y se regodeó en los planes. Fue un Eróstrato sin los temores y angustias del primero. Nunca tuvo razón para temer que pudieran fallar sus planes. Sus cómplices dentro y fuera del Vaticano, dentro y fuera del gobierno italiano, y por el mundo, hicieron un asombroso acto de presencia humillando a la medicina italiana: Riccardo Galeazzi-Lisi fue repuesto en sus funciones como médico por la judicatura italiana. Fue el preludio de la sinfonía satánica que se soltaría después. Y lo sabía.

El magnicidio fue para elegir a un papa y realizar un concilio

Las fotos del momento como las cableó la A.P.

Las fotos corresponden al 26 de octubre de 1958, día siguiente al cónclave iniciado el 25 (la fecha de 21 fue errata de impresión). El humo blanco que anunciaba "habemus papam", tenemos papa, comenzó a salir por la chimenea a las 5:55; blanco como se ve en la foto superior. Cinco minutos después --como puede apreciarse en el reloj de la foto de abajo-- el humo comenzaba a salir negro. Cinco minutos completos no dejaban lugar a dudas, hubo escándalo. Escándalo entonces, certeza hoy. Para que saliera humo blanco se requería: 1º que un cardenal hubiera sido electo. 2º Que dicho cardenal hubiera aceptado. 3º Que dicho cardenal hubiera tomado nombre pontifical. Asunto cerrado durante cinco minutos. No había duda. La guardia suiza fue movilizada. Se llegó a ver abrirse la puerta del cónclave. Testigos hubo por el mundo entero. Fueron 200,000 los que estaban presentes en la plaza de San Pedro y gritaban jubilosos el tradicional tenemos papa. Testigo las fotos. Testigo la prensa. Testigo fui yo al llegar a México las imágenes de los noticieros que en aquel entonces se enviaban en rollos de película por avión a los noticieros. Tenía entonces 17 años, fue un año después de regresar de Europa tras haber estudiado dos años en Suiza y visto personalmente, en audiencia pública, a S.S. Pio XII en agosto de 1955.

Después vino el humo negro. No salió cadáver alguno del cónclave. La alternativa: un papa obligado a renunciar tras una violenta discusión de varios minutos quedaba como lo único creíble. Dos fuerzas habían chocado, y los asesinos de la Revolución se habían impuesto. Esto ha dado lugar a distintas hipótesis como la "Tesis Siri", pero también a una realidad inobjetable: La Revolución en la Iglesia había completado el magnicidio en lo que, como es de suponerse, fueron cinco violentos minutos de amenazas implacables propias del terror comunista. Esto quedaría confirmado por la ideología ya conocida de Roncalli, el usurpador del trono, por sus arreglos con Kruschev a través de su yerno invitado al Vaticano, y por el concilio que impidió la condena al comunismo como tan claramente registra la historia del Concilio Vaticano II.

Angelo Roncalli, tomaría el nombre de un antipapa previo: Juan XXIII. ¡Como que había que seguir tranquilizando al gobierno secreto de las logias y a sujetos como Galeazzi-Lisi deseosos siempre de ser reconfortados! Lo que se ocultaba a los fieles era el jolgorio de las logias y de los comunistas en el mundo entero.

Hubo más irregularidades en el cónclave que para el Internet resumimos así: Mayor información (en inglés) sobre el momento incluyendo reportajes de prensa, notas explicativas, y comentarios con pinchar aquí: Comments October 26, 1958 También aquí: Eclipse 1958 Cónclave Y También aquí: Invalid 1958 election of John XXIII Se trata de un asunto muy conocido.

La meta final y el testimonio de un rabino

Lycée Louis le Grand, donde enseñó Jules Isaac

La Universidad de Paris presentaba ya su elegante frontispicio a los ojos, tanto del obispo Guillermo de Auvergne en 1242 cuando el Talmud fue condenado y quemado públicamente en Paris, como a los ojos de San Alberto Magno que resolvería el reclamo de los rabinos por una revisión de la sentencia anterior de 1242 en 1248. La Universidad de Paris sentenció en breve: "Por un secreto designio de la Divina Providencia, los abusos, los errores y las blasfemias que contiene el Talmud habían escapado al escrutinio de los doctores de la Iglesia hasta el día de hoy. El muro que los ocultaba ha sido, finalmente, retirado; y pueden verse, claramente, los reptiles, los ídolos abominables que adora la Casa de Israel". Esta breve sentencia quedó registrada en la historia bajo el título "Excerpta Talmúdica" que, junto con la humillación seguía viva en ese rencoroso corazón del Arquiatra; corazón concordante en sus rencores con el del doctorado en historia profesor Jules Isaac que dictaba sus clases en el cercano liceo Louis le Grand, pasando de allí a ser Inspecteur Général de l'Instruction Publique en Francia; personaje clave para la historia del Concilio Vaticano II.

Jules Isaac entra por la Puerta Grande

Cualquiera hubiera pensado en aquel entonces, que, para que un judío tan publicado y publicitado como Jules Isaac fuera recibido por Juan XXIII, y en seguimiento inmediato llamara el Papa al cardenal Bea --para que este último se pusiera casi a sus órdenes-- que este era un judío converso, arrepentido de haber escrito lo que contienen sus libros, y listo para reparar sumando esfuerzos al concilio convocado para la conversión de los judíos. Para que en este 2013, alguien tuviera la visión católica normal de aquel entonces, ese alguien nos obligaría a pensar que su catolicidad había pasado los últimos 50 años vacacionando en las playas del planeta Júpiter, la Iglesia de hoy le parecería totalmente irreconocible. Y es precisamente esto lo que nos obliga a hablar de historia como comenzamos este capítulo. La historia se refiere a hechos, y los hechos, junto con las convicciones han sido arrojados por la borda. Nunca ha habido lucha más cruenta ni más necesaria que la que se ha desarrollado por casi dos mil años entre Cristo y Anticristo, entre la Biblia y el Talmud de Babilonia. Esto es historia, y es Sagrada Escritura. Sin embargo dígalo y se topará con que el muro a que hace referencia Excerpta Talmudica pareciera haber sido removido para que "los reptiles, los ídolos abominables que adora la Casa de Israel" fueran ahora, gracias a esta revolución adorados dentro de los templos cristianos.

Nos hicimos así los cristianos merecedores del mismo reproche que el Salmo 106 dirigiera a los judíos por contaminar su religión con abominaciones: "No destruyeron los pueblos Que Yahvé les dijo; Antes se mezclaron con las gentes, Y aprendieron sus obras. Y sirvieron a sus ídolos; Los cuales les fueron por ruina. Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios; Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que sacrificaron a los ídolos de Canaán: Y la tierra fue contaminada con su sangre. Así se contaminaron con sus obras, y fornicaron con sus hechos. Encendióse por tanto el furor de Yahvé sobre su pueblo y abominó de su heredad" (Salmo 106:34-40)

Los libros hacen prueba plena
Los párrafos siguientes demuestran que el objetivo de Juan XXIII y su Concilio tenían como meta la destrucción del Evangelio. Veamos dos párrafos de Jules Isaac, el invitado, que lo confirman:

Dice Jules Isaac, en su Jésus et Israel: “El historiador tiene el derecho y el deber, el deber absoluto, de considerar las narraciones evangélicas como los testigos de cargo (contra los judíos), con el agravante de que se trata de los únicos testigos, y de que los cuatro escriben desde el mismo punto de vista: carecemos de toda otra evidencia, ya sea pagana o judía como contrapeso, o para sopesar la una contra la otra. Ahora bien, esta parcialidad de parte de los evangelistas en ningún punto es más marcada ni más evidente, esta ausencia de documentación no cristiana en punto alguno es más de lamentarse, que en la historia de la Pasión . . .” (página 428 del original en francés).

Pretende sustituir los mandos de la Iglesia con los de la sinagoga: "Los pasos que llevaron a la fe cristiana a conquistar su independencia la llevarían, rápida e inevitablemente a una guerra inmisericorde con Israel ‘conforme a la carne’, la nueva Iglesia proclamándose el verdadero Israel de Dios y el ‘único Israel conforme al espíritu’. ¿Pero acaso caían en cuenta de la gravedad de este reclamo? Sobrepasaba con mucho la difamación contra el pueblo judío, era una intentona de privarles de su chispa vital, de su fuego sagrado, podría decirse de su misma vida; y aún más—así de entrelazados se encuentran los elementos espirituales y temporales entre si—era una intentona para despojarles de su lugar bajo el sol, de sus derechos privilegiados en el Imperio". (Genèse de l’Antisémitisme—p.150).

Un rabino, y en este caso también historiador, nos va a precisar la importancia para la invasión judía de la Iglesia Católica que alcanzó Jules Isaac, y esto dentro de los acontecimientos que prepararon para asegurarle la entrada. El marco completo nos lo da Arthur Gilbert, rabino, en su "The Vatican Council and the Jews".

Recordando como se debe escribir la historia

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Hasta la prensa deportiva presenta correcta-mente a los dos equipos sobre la cancha, una vergüen- za para los histo- riadores que olvidan que hay enemista- des que no pueden ser subsanadas, porque para hacerlo se requiere dar el triunfo a una de las dos versiones contradictorias entre si.

Los judíos no lo olvidaron. Y el apaciguamiento de quitarles la acusación por el Deicidio fue el primer paso para negar la divinidad de Jesús sobre la que iba a edificarse todo el Concilio.

La obra de Gilbert, por ser la única escrita por un rabino sobre el Concilio es referencia obligada, y debe entenderse como la única oficial al no haber otra 45 años después.

El curriculum del rabino Gilbert menciona que fue director del National Department of Inter-Religious Cooperation de la Anti-Defamation League B'nai B'rith, y editor de su revista trimestral. Resumiendo: una autoridad intachable hasta para el judío más recalcitrante.

El apéndice G

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El apéndice G nos da la cronología de la iglesia Novus Ordo destacando, obviamente, aquello que tiene relevancia para el mundo judío. Transcribo algunas fechas de relevancia:

Octubre de 1958. Angelo Cardenal Roncalli asciende como papa Juan XXIII.
Enero 20 de 1959. El Papa Juan revela a su Secretario de Estado su intención de convocar a un concilio.
Diciembre 24 de 1959. Profanación de la sinagoga de Colonia. Una epidemia de swasticas brota por toda Europa y los EE.UU.
Enero 18 de 1960. Una delegación de la B'nai Brith visita al Papa para discutir el brote de swasticas.
Julio de 1960. El papa Juan recibe en audiencia al notable historiador judío Jules Isaac.
Septiembre 18 de 1960. El papa Juan recibe en audiencia privada al Cardenal Bea, y lo nombra para que redacte una declaración sobre el pueblo judío.

El orden cronológico es la esencia de la historia, ya que un suceso es la causa que explica el acontecer siguiente. Si no hay efecto sin causa, viene siendo notable no solo lo próximo que está Jules Isaac al principio de este nuevo orden eclesial, y por consiguiente al magnicidio, sino que lo que sigue inmediatamente es el nombramiento del Cardenal Bea cuya importancia radicará en sus servicios al pueblo judío en la persona de sus dirigentes y de sus principales instituciones como la ya citada B'nai B'rith y el American Jewish Council. Resulta por ello destacado doblemente, que no hay mención para otro individuo. Se mencionará a organizaciones pero ni a uno de sus integrantes que le pudiera competir en relevancia de esta singularidad; de ahí que todo queda enlazado para confirmar el evento llamado Concilio Vaticano II como el asalto y conquista de la Iglesia Católica por los antiguos fariseos en la persona de sus sucesores para alcanzar una exitosa demolición de la Iglesia Católica como hoy se ofrece a los ojos del mundo.

Para responder con otro ejemplo al ¿Cómo es posible que el enemigo se haya apropiado del Vaticano? presentamos este episodio de la historia de la Compañía de Jesús en el siglo XVII como ejemplo del llamado Marranismo, que ha sido la estrategia fundamental que han seguido los judíos para conquistar el mundo:

Tres Jesuitas y un episodio histórico

Agustín Bea

Malachi Martin

Pancho 1º

Muerto Ignacio de Loyola, el padre Diego Laynez Gómez de León, judío converso, fue elegido por los jesuitas para sucederle. Fue no solo un verdadero converso, sino un teólogo de primera; de hecho, el principal asesor y exponente de la doctrina católica para el Concilio de Trento. Habiendo sido uno de los siete fundadores de la Compañía, y a todas luces irreprochable, nadie puso un pero cuando un grupo de sedicentes conversos del judaísmo encabezados por un sobrino del padre Diego se presentaron solicitando su admisión a la Compañía. Todos cursaron sus estudios brillantemente, pero una vez profesos, no faltándoles ya requisito alguno se lanzaron sorpresivamente, y con furia, a destruir cuanto podían de la Compañía. Expulsados de inmediato, se distribuyeron por el mundo persiguiendo el mismo fin. Este golpe de audacia de la sinagoga falló, principalmente, por el acelerado desarrollo de la la Compañía de Jesús en la casi década y media cubierta en el plazo de sus estudios. Diez y siete era ya, numéricamente, una cifra intrascendente, un incendio potencial convertido en fuego fatuo.

¿Se darían más topes contra la pared que golpes de pecho los jesuitas del momento? No establece la historia de La Compañía la comparación; pero la época era la más alertada de la historia contra los falsos conversos, los llamados marranos por la advertencia contra ellos en el Evangelio: "No deis a los perros lo que es santo, ni arrojéis vuestras perlas delante de los cerdos, porque las pisarán con las patas, se volverán contra vosotros y os harán pedazos" (Mateo 7:6)

El llamado Marranismo Histórico es una corriente reconocida por los historiadores judíos; al grado que podemos afirmar, sin exageración alguna, que a este comportamiento usual y generalizado deben las fuerzas ocultas del mundo los sorprendentes éxitos del Anticristo.

Esto nos dice la historia de la época por pluma del Dr. Wolf, una notable autoridad judía del siglo XVI":

"As Dr. (Lucian) Wolf well says, "the diplomatic work of our Marranos reached a high level of historical importance. It touched on Elizabethan foreing policy at many points, and was at times a material element in the political considerations of both Burghley and Walsingham." Perhaps the most important in this global organization of anti-catholic spies was a brother-in-law of Dr. Lopez, Álvaro Mendes, who was also a relative of Josef Mendes, alias Nasi, Duke of Naxos. In fact, he seems to have been the successor of Josef Nasi as the most influential international Jewish leader of his time. (p. 637) Wolf in Transactions. Jewish Historical Society of England. Citado por W. T. Walsh en su Philip II. Notas al capítulo 31."

Traducción: "Como bien informa el Dr. (Lucian) Wolf, La labor diplomática de nuestros Marranos alcanzó un alto nivel de importancia histórica. Actuó sobre la política exterior Isabelina (de Isabel I de Inglaterra) en múltiples casos siendo ocasionalmente un elemento concreto en las decisiones tanto de Walsingham como de Burghley. El hombre más importante dentro de esta organización mundial de espías anticatólicos fue quizá un cuñado del Dr. López, Álvaro Mendes, emparentado también con Josef Mendes, alias Nasi, duque de Naxos. Parece, de hecho, haber sido el sucesor de Josef Nasi como el judío internacional más influyente de su época."

Nada tiene de extraño, por tanto, que los precedentes se repitan; y que aprendidas las lecciones los éxitos se acrecienten. Lo extraño habría sido que los enemigos de la fe se hubieran olvidado; que no hubieran sido dos jesuitas los encargados de entregar el Vaticano entero a la sinagoga como Judas hiciera antes con el Divino Maestro. Malachi Martin era el secretario del cardenal Bea. Para conocer al M. Martin de la época es necesario leer su "Three Popes and a Cardinal" (La foto en pose de señorito aparece en ella). Injurioso y majadero con Pio XII era el incondicional de la Revolución de sus dos sucesores. Todavía, en su obra "Las Llaves de Esta Sangre" olvida el Cónclave que afecta su imagen personal, el de 1958, pero narra el siguiente tan parecido, el de 1963 que metiera a Montini, el prohombre de la Revolución y architraidor a Pio XII en el Trono como Paulo VI. Como vemos se disipa toda duda.

La efectividad del marranismo
El New York Times acaba de publicar un artículo de Ross Douthat en que se pregunta si la actitud (para el que esto escribe "bufonadas") del papa Francisco "será útil a la Iglesia para recuperar a quienes se estaban alejando de la misma, o si, por el contrario, diluirá la religión en los climas de época, con lo cual el sentido de la fe será tan light que perderá significado en vez de ganarlo."

Da la impresión el Times de no haber oído hablar del Concilio Vaticano II, cuya meta y resultados inmediatos a partir de su Primera Sesión fueron precisamente esos: "diluir la religión, con lo cual el sentido de la fe será tan light que perderá significado".

Esto lo logró el Concilio de manera magistral: diluyó la religión con el ecumenismo: igualar para ir borrando. Tan fundamental se proyectaba ya por respeto a las demás religiones al Buda como a Jesucristo; al Dalai Lama como al papa, como los más de cien guías espirituales del Asís de Juan Pablo II, como a los más de doscientos del Asís de Benedicto. Después de todo (para que no sea posible diluir más ni ser más light) "todos se salvan", lo anunciaba el polaco Juan Pablo, y pasando por Benedicto queda ratificado por Francisco que con la perpetua sonrisa que pone el Diablo ante la tortura revela que lo mismo da que a un niño lo eduque un judío que un musulmán que un cristiano.

Se podría ciertamente ser más light sin necesidad de parar en judas, pero ese tipo de consideraciones hoy ya parecen banales gracias a 50 años de apostasía progresiva. Si en los sesentas se requería cultura para entenderlo, hoy ya se puede ventilar ante los fieles. Son las mismas bufonadas de los teólogos conciliares, pero ahora un tanto más explícitas para que ni el mas tonto del vulgo pueda escapar a sus efectos. Puede ya la estrategia extenderse a nivel de circo departamento de payasos. Esto si es ya "libertad religiosa," claro, necesariamente sazonada en idioma ateo. Y confirmada para en definitiva petrificarse en vulgaridad atea.

Pero nunca hubiera sido posible sin la estrategia del marranismo que suplanta católicos con judíos en sotana, y pontífices con papas de la sinagoga. Asunto tan visto como las orejas de burro que asoman, cada vez más visibles en los que no quieren ver.

Más de 10000 jesuitas abandonaron tras el Concilio. El número de seminaristas se redujo en pocos años al 30 %, en algunas órdenes religiosas se redujo al 10%. Publicaciones recientes anuncian que un obispo alemán está cerrando la mayor parte de las iglesias de su diócesis; y en Francia, donde ya hay más musulmanes practicantes que católicos practicantes, que las iglesias se ponen en venta, y las compran los musulmanes.

Escuetamente reporta Arthur Gilbert en la página 48 de su obra, bajo "The Meaning of Ecumenism": "The word 'ecumenical' that characterized the Second Vatican Council. . ." - La palabra "ecuménico" que caracterizó al Concilio Vaticano II. . .".

Y con ella el programado desastre eclesial --informamos-- tiene en su raíz oikos, del griego casa, como se usa también en economía significando "administración de la casa" (su acepción original), "bajo el mismo techo" (en sentido más amplio) y que describe perfectamente la propuesta: "Meter bajo un mismo techo al mundo entero", lo ilustrado en Asís por Juan Pablo II en 1986, y por Benedicto XVI en 2011. Se trata con ello de otra contradicción intencional y descarada al Evangelio cuyo Buen Pastor separa a las ovejas de los lobos. El Concilio se auto proclama destinado a meter a todos los lobos, y a toda fauna rapaz al corral de las ovejas. No habría error que no se propusiera para alimentarlas, para envenenarlas, para hacerlas huir; para fincar la desolación abominable (Mateo 24:15; Marcos 13:14) a la que proféticamente hace alusión el Evangelio. ¡Los resultados a la vista!

Y otro rabino, Gershom Scholem, acreditado como el mayor experto en la Cábala nos va a introducir dentro de los secretos del satanismo como se han dado históricamente con los falsos mesías, y sus expectativas alucinantes y apocalípticas, pero firmemente arraigadas en la historia:

La abominación de la desolación, profecía cumplida

Por la máxima autoridad

en la Cábala

"de-solación", prefijo sustractivo "de-", quitar el sol, concuerda plenamente con la profecía de La Salette: "La Iglesia quedará eclipsada"; y por supuesto con los hechos. ¿Conoce usted a algún "tradicionalista" que haya negado La Salette además de Lefebvre?

Veamos de donde provienen las doctrinas y los falsos mesías precursores de los falsos papas conciliares:

Con el rabino Scholem: Satanismo y nihilismo
Donde quiera que Adán fue una ciudad fue construida, pero donde quiera que yo ponga un pie todo será destruido, porque yo vine a este mundo solo a destruir y a aniquilar. Pero lo que yo construya, durara para siempre. ¡Lo que el polaco Jacob Frank, otro de los "mesías de la diáspora" pretendía construir ya en el siglo XVIII era un desierto eterno! La narrativa está completa en The Messianic Idea in Judaism" del rabino Gershom Scholem, reconocido como la máxima autoridad mundial en la Cábala. Veamos un resumen de la génesis histórica del asunto tomada de la misma obra:

Sabbatai Zevi (1626-76) originario de Smyrna, proclamado mesías en Gaza en 1665 y aceptado como tal por toda la diáspora (ocurría por primera vez en 1500 años entre los judíos que rechazaron a Cristo) es citado por el Sultán en Adrianópolis el 16 de septiembre de 1666. Se le da a elegir entre confirmar su carácter mesiánico sometiéndose a la tortura y la muerte, o apostatar pasándose al Islam. Ni tardo ni perezoso, y hasta en eso cobarde Anticristo se pasó al Islam sin sufrir un rasguño; lo cual según su paradójica forma de pensar lo confirmaba como "mesías pecador". De ahí a la idea blasfema del "pecado sagrado" no había ni un paso, pero si una apertura a un satanismo cada vez más decidido. El movimiento legislador promotor del "pecado sagrado" cuya política consiste en "conocer mejor la ley de Dios dada a Moisés para violarla mejor" recibe el nombre de "Torah Atzilut" y subsiste entre los descendientes del "marranismo" (falsos conversos llamados marranos por los españoles) que encontraban en ello la justificación al marranismo de sus antepasados expulsados de España.

Muerto el falso mesías es seguido por su cuñado, un tal Jacobo Querido que pretende ante los seguidores de Zevi que éste reencarnó en él. Vendría después Baruchya Russo el que haría obligatorios los "pecados que extirpan el alma" de la Torah (Ley) Mosaica. Es fundamental conocer la secuencia: Primero el pecado desaparece en cuanto tal. Las conductas dejan de ser pecado quedando así despenalizadas, para después convertirse en obligatorias. Como sucesor suyo en 1756, el polaco Jacob Frank —quien según Scholem es la figura satánica más espeluznante del judaísmo— introduciría el ateísmo obligatorio desde Polonia: A los místicos soldados enrolados en las filas del mesías "no se les permitirá tener religión". —Decía Frank: "...y presentó a los hombres con la Ley de Moisés, cuyos mandamientos son injuriosos e inútiles...Por tanto, es necesario arrojar fuera el dominio de estas leyes, que son leyes de muerte y dañinas para la humanidad...'pero mi deseo es conduciros a la vida'. Sin embargo, el camino hacia la vida no es fácil, porque es el camino del nihilismo y significa liberarse a sí mismo de todas las leyes, convenciones y religiones, adoptar toda actitud concebible y rechazarla, y seguir al propio líder paso a paso hacia el abismo.... Donde quiera que Adán fue una ciudad fue construida, pero donde quiera que yo ponga un pie todo será destruido, porque yo vine a este mundo solo a destruir y a aniquilar. Pero lo que yo construya, durara para siempre.

¿Puede haber más precisión en el cumplimiento de una profecía?

Conociendo estos orígenes ¿Tiene algo de extraño que el Concilio Vaticano II reconozca a todas las "religiones", y que específicamente por Asís 1986 repetido en Asís 2011 a cualquier cosa como religión?

Tendréis la señal pero no la veréis

Estas fueron las palabras de la Sma. Virgen en La Salette: "Tendréis la señal delante de vosotros pero no la veréis". Se recuerda y enfatiza más el "Roma apostatará de la fe y se convertirá en la sede del Anticristo. La Iglesia quedará eclipsada." Pero esta primera frase no es menos alarmante cuando la recordamos como uno de los anuncios que El Señor da a los judíos de su condena inminente: He venido para que los ciegos vean, y para que los que ven queden ciegos (Juan 9:39). Ahora bien, tratándose de la apostasía universal, anunciada y repetida por santos místicos y videntes cuya tradición comienza por el mismo San Pablo, resulta no solo inútil pretender negarla, sino que condena ipso facto a toda autoridad que no esté alerta, supremamente alerta para detectarla, ya que como alerta el profeta llamando a cuentas a los vigías: Centinela, ¿qué hay de la noche, que hay de la noche? (Isaías 21:11); y el mismo Cristo manda estar vigilantes: Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo. (Marcos 13:33) Veamos un par de señales:

Cuando se hablaba de otras religiones nos referíamos a las distintas órdenes religiosas católicas: "jesuitas, dominicos, agustinos y otras religiones"; pero nunca a los herejes, apóstatas, paganos o judíos. Eso equivaldría a colocarlos al mismo nivel, y no siendo posible elevar un solo error al nivel de la verdad, ¡más ridículo resultaba pretender elevarlos a todos! Jesús, Dios y Hombre como unigénito del Padre, y unigénito de la Virgen María tiene poder, grandeza y dignidad inalcanzables para cualquier Mahoma, Buda, Lutero, rabino, diablo, o Cesar del pasado, del presente o del futuro. El pretender nivelarlo todo, no solo lo mundano sino hasta lo infernal hasta meterlo de lleno en el cielo es señal manifiesta; y el rechazo de esta señal lo es de eterna condena para los vigías dormidos, incompetentes, y desobligados. La pretendida canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, y por ende del Concilio es señal del fin del mundo.

La amistad con el mundo es enemistad con Dios; y las señales de aprobación del mundo la mejor prueba del rechazo de Dios. Siendo esta la temática fundamental de la Escritura no nos extenderemos más allá de una sola cita: Pero ¡ay! de ustedes cuando los alaben y los colmen de elogios, pues así hicieron sus padres con los falsos profetas. ¿Verdad papa bueno? ¿Verdad concilio de aceptación y exaltación general?

Más señales de satanismo

El encargado oficial por Pío XII para investigar la penetración masónica en el clero fue el padre Luigi Villa (nada que ver con el Pancho Villa mexicano, ya que el verdadero nombre de este último era Doroteo Arango; pero todo que ver el Doroteo Arango mexicano con este Panchopapa de las irrelevantes pampas --puro llano-- cuya violencia amenaza toda elevación, inteligencia y sentido común con la devastación desde el Vaticano).

Nos informa el ingeniero Franco Adessa, auxiliar permanente de don Luigi (el don lo es el individuo --a la española y mexicana, no el apellido a la portuguesa e italiana, (pocas familias hay sin ovejas negras)-- Villa, recomendado del Padre Pío para su misión nos regala, y para muestra basta un botón, con la información siguiente:

"A la finalización del trabajo que estaba escribiendo: “Pablo VI masón!” de la nueva edición especial, el Padre me pide recoger todo el material ya publicado en el pasado sobre este argumento, para enriquecer el capítulo con fotografías e imágenes.

"Fue con esta ocasión que, un día, observando en conjunto los símbolos masónicos que aparecen sobre la tumba de la madre de Pablo VI, por primera vez, reconocí la posibilidad que estos pudieran esconder algo terrible.

"Empecé a trazar círculos, rectas, medir ángulos, conectar las intersecciones, asociar las figuras y, al final, apareció la representación de la Estrella de 5 puntas inscrita en la Estrella de 6 puntas, que simboliza la redención gnóstica, es decir, la blasfema y satánica Triple Trinidad masónica.

¿Quién era el autor de estos diseños y simbologías?

"Le pregunté al Padre y me responde: “El autor de aquel conjunto de símbolos fue Monseñor Giambatista Montini. Que esta información la he tenido directamente del Cardenal Ottaviani y del Cardenal Palazzini”

“Pero Padre–insistí– sólo los judíos cabalistas conocen el significado de esta representación que encierra el secreto de la Tercera Trinidad masónica, y que simboliza las tres bestias del anticristo del Apocalipsis de San Juan. Y ¿cómo le hizo Montani para conocerla?. Y si la conocía, el significado puede ser uno solo: él era el predestinado para desempeñar la única posición posible para una autoridad religiosa en aquella blasfema Triple Trinidad: La Bestia venida de la tierra que lleva los cuernos de un cordero pero que habla la lengua del dragón”

"En este punto, dije: “Padre, la Bestia venida de la tierra, en la Masonería, tiene también otros cuatro nombres, entre los cuales está aquel de “Jefe de los Iluminados de Baviera”!-Entonces Paulo VI era el Jefe supremo de la satánica orden de los Iluminados de Baviera?”

"Don Villa, lentamente, agachó la cabeza y no la levantó más. Parecía abatido, oprimido por todo el peso de esta horrible realidad. Era la primera vez que lo veía comportarse de aquel modo. Salí en silencio de su estudio con la profunda sensación que desde hace largo tiempo el Padre estaba al corriente de este hecho terrible.

"En un encuentro sucesivo, al término de nuestro coloquio, Don Villa me indicó un paquete de carpetas sobre su escritorio, diciendo: “Estos son los textos del Número Especial de “Chiesa Viva” sobre Paulo VI. El título es: “Pablo VI, el Papa que cambió la Iglesia”.

La genealogía por la línea materna
¿Qué tenía que hacer el judío Montini haciendo inscripciones en la tumba de su madre en vez de hacerlas en las de su padre? La pregunta no es ociosa, es fundamental para entender el rompimiento drástico del judaísmo con Moisés y con las leyes divinas; tan drástico que es el motivo de la lucha interminable entre Jesucristo y las autoridades del Templo; tan drástico que en todo terreno, sobre todo el moral, con la condena a los pederastas tan clara en los sinópticos: Y cualquiera que escandalizare á alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino, y que se le arrojase en lo profundo del mar (Mateo 18:6) que en su plenitud explica el porqué llama a los doctores de la Ley: sepulcros blanqueados, hermosos por fuera, pero llenos de inmundicias y podredumbre por dentro (Mateo 23:27).
Esta Ley divina, tan exigente en la moral sexual que condenaba a muerte a los homosexuales y a las adúlteras era una garantía de que el marido era el padre de sus hijos. Pero, ¿qué hacer dentro de la moral talmúdica, llamémosle mejor inmoral, de donde toma su origen el aborto y la liberación femenina? Obviamente, dentro del libertinaje sexual talmúdico tan contrario a Cristo como a Moisés ¡la única línea que queda es la materna!
Evidencias interesantes aparecen en Internet, en las que un judío, se enorgullece de Juan Pablo II y de Benedicto XVI (este último descendiente del Maharal, el más famoso de los rabinos del S. XVI), todo por la línea materna. Haga clic: Ascendencia judía de dos papas

Más aportaciones -fotos (la mayoría) del P. Luigi Villa
Tomado de Chiesa Viva Nº 453, de octubre 2012

¿Qué tienen en común Barak y Benedicto XVI,